lunes, 11 de julio de 2011

¿POR QUÉ EL CUERPO PIDE DULCES?



En la década del ´70 investigadores del departamento de Neurociencias del Massachussets Institute of Technology (MIT) constataron que algunas mujeres que sufrían trastornos premenstruales comían compulsivamente, en esa etapa del ciclo, chocolates y otros productos con azúcares refinados. Los autores afirmaron que ¨aparentemente estas mujeres usaban alimentos ricos en hidratos de carbono como si fuera una droga¨.
Con el correr de los años se descubrió que lo mismo les ocurre a quienes padecen de estrés prolongado, de depresión, de malhumor, de intranquilidad y también a quienes intentan dejar de fumar. La propensión a comer dulces afecta a mujeres y varones, pero la mujer, por cambios hormonales de diversa naturaleza (embarazo, menopausia, uso de anticonceptivos, hipotiroidismo), es más propensa a sufrir este problema.
Investigaciones posteriores del MIT demostraron que esto se debe a que al liberar insulina por medio del páncreas, los dulces aumentan el nivel en sangre de triptofano, un aminoácido que es la materia prima con la que el cerebro fabrica la serotonina. 
A medida que transcurre el día, la serotonina cerebral va disminuyendo y al atardecer se registra su valor más bajo.
En personas con problemas anímicos, esta disminución es todavía mucho más pronunciada, lo que conduce a sensaciones de tensión, irritabilidad, desgano o cansancio.        
En la actualidad se puede medir –con un análisis de sangre– el nivel de serotonina de quien padece la tendencia a consumir dulces en exceso, y en caso de ser necesario, existen medicamentos para su normalización.

 Dr. Alberto Cormillot.

No hay comentarios:

Publicar un comentario